Desde los humildes puestos de comida en las esquinas hasta las cadenas de restaurantes de lujo, la industria de la hostelería es vasta y diversa. En este entorno, las franquicias se han erigido como una metodología robusta para el crecimiento empresarial y la expansión.
Sin embargo, detrás de cada franquicia de éxito en hostelería, hay un elemento común y esencial: el know-how, también traducido como Saber Hacer en nuestro idioma. En Foodbox lo tenemos claro y apostamos por él desarrollándolo, optimizándolo y traspasándolo. De hecho, es la base del éxito de todo franquiciado.
Veamos cómo este preciado conjunto de conocimientos técnicos y experiencia moldea y fortalece el panorama de la hostelería.
Mirando más de cerca el Know-How
Mientras que, en su forma más básica, el «know-how» se podría considerar como la experiencia adquirida, en el contexto de las franquicias de hostelería, es un universo en sí mismo. Abarca desde las técnicas culinarias y procedimientos de servicio hasta las estrategias de gestión de relaciones con clientes y proveedores.
El Know how o Saber Hacer también se sumerge en la ambientación ideal de los espacios, la música de fondo que resuena en los salones y la disposición óptima de mesas y sillas para maximizar el flujo de clientes. Y, por supuesto, en los procesos de software, en el trato al cliente, en la higiene del establecimiento implementados por una central que lidera el proyecto. Así es en el caso de Foodbox para sus franquicias Santagloria, Volapié o Papizza.
El impacto profundo del Saber Hacer en la Hostelería
¿Qué significa contar con un saber hacer desarrollado como lo tiene Foodbox?, ¿cómo se logra?, ¿cuáles son los aspectos principales?
- Uniformidad y Experiencia de Calidad Superior: La repetibilidad es una joya en la hostelería. Si un cliente adora un plato o bebida en un establecimiento, deseará la misma experiencia en cualquier otro lugar. El «know-how» establece protocolos que aseguran esta consistencia, creando leales embajadores de marca en los clientes.
- Una Brújula para Navegar el Turbulento Mar de la Hostelería: Empezar un negocio, sobre todo en la hostelería, es adentrarse en aguas desconocidas. Sin embargo, con una franquicia, los empresarios obtienen más que una marca; obtienen un mapa, una brújula y un timón en forma de «know-how».
- Formación Rigurosa y Holística: Más allá de enseñar recetas o técnicas, las franquicias inculcan una cultura. Los programas de entrenamiento están diseñados no solo para transferir habilidades, sino también para imbuidos de la esencia y filosofía de la marca.
- Innovación y Adaptabilidad: La gastronomía y la hostelería son campos en evolución constante. Aquello que es popular hoy, puede ser pasado mañana. Los franquiciadores, conscientes de esta realidad, están en una búsqueda continua para refinar y mejorar su «know-how», asegurando relevancia y frescura e incluyéndo la información en los manuales de franquicia.
Salvaguardando la joya de la corona
Este tesoro de conocimientos y experiencias, el «know-how», es celosamente protegido. Lógicamente las franquicias de hostelería establecen acuerdos y cláusulas estrictas para prevenir fugas, mala praxis o dejadez, garantizando que este legado se mantenga exclusivo y puro.
En definitiva el know how…
Trasciende la mera técnica o procedimiento. Es la esencia, el espíritu y el alma de una franquicia de hostelería, como lo es en las franquicias de Foodbox. Proporciona un marco y una base sobre la cual se construyen experiencias gastronómicas memorables. Actúa como un faro, guiando a empresarios a través de los retos del mundo hostelero y se traslada a los denominados manuales de franquicia.
Y, al final del día, es este profundo y amplio «saber hacer» lo que distingue a las franquicias exitosas, haciéndolas irresistiblemente atractivas para empresarios y aficionados a la gastronomía por igual.