El concepto de marca es uno de los pilares del sistema de franquicias. La marca de un negocio es el elemento esencial con el que el público identifica a la empresa. Se compone del conjunto de impactos generados en el cliente. El franquiciador aporta su marca al franquiciado para emplearse como reclamo para su establecimiento.
A la hora de emprender un negocio propio hay demasiadas incertidumbres. Es necesario tener experiencia para crear un modelo de negocio exitoso y realizar una gran inversión de dinero para publicidad y marketing. El público objetivo no conoce al negocio que parte de cero, por lo que hay que fidelizar a los clientes y crear la marca propia.
Por ello el concepto de marca es uno de los elementos que más ventaja aporta al sistema de franquicias. Ser franquiciado de una marca grande da la posibilidad de explotar un modelo de negocio ya consolidado. De esta manera, una franquicia tendrá una clientela fija desde su apertura, ya que sus servicios son conocidos.
Por otro lado, los franquiciados también contribuyen a la creación de esa marca. Con su trabajo, la red de franquicias de una compañía son las que fidelizan clientes y hacen a la marca ser reconocida.
Normalmente las marcas con un alto valor cobran al franquiciado una cuota conocida como “canon de entrada”. Con este pago el franquiciado ya puede explotar la marca y beneficiarse de las múltiples ventajas que ofrece para su establecimiento.
La marca supone grandes ventajas para el franquiciado
En el año 1988, el académico Ayling llega a una conclusión en sus estudios sobre la franquicia. En un periodo de diez años, la supervivencia de una franquicia es del 80%, mientras que la de un negocio que parte de cero apenas llega al 20%.
Convertirse en franquiciado de una gran marca supone beneficiarse de la experiencia de dicha franquicia. Evitas riesgos y el gran esfuerzo inicial, ya que dispones de un modelo de negocio y una marca consolidada en la que basar tu actividad.
El emprendedor que quiera ser franquiciado no necesita experiencia previa. Las marcas franquiciadoras ofrecen al franquiciado asistencia, formación, control, gestión o estudios de mercados. Las marcas también desean que sus franquicias prosperen.
Las campañas de marketing y publicidad son muy costosas para pequeños negocios propios. En cambio, para un franquiciado no lo es. Las marcas hacen sus campañas con recursos difícilmente alcanzables para un negocio independiente, como anuncios de televisión, redes sociales o colaboración con organizaciones para potenciar su imagen de marca.
En cuanto a los proveedores, los franquiciados también pueden beneficiarse de una economía de escala. Las centrales franquiciadoras, al comprar sus recursos a gran escala, consiguen precios más bajos. En un negocio propio esto no es posible, por lo que se debería invertir más dinero.
La marca puede ser un reclamo para tu establecimiento en cualquier parte del mundo. En la actualidad vivimos en un mundo globalizado donde se hacen gran cantidad de viajes. Por ello, un local franquiciado es fácilmente reconocible en cualquier lugar, lo que facilita la llegada de clientes a nuestro establecimiento.
